Poemas



Pozo




Recuerdo del alma
Que atraviesa
Mi cuerpo,
Y me llena de angustia
Trato de caminar
Y en un pozo caigo
Sin respiración,
Sin llanto,
Y sin dolor,
Las hojas de otoño
Caen
Sobre mí,
Y en ese instante me quiebro solo recordando,
Tratando de no abrir nuevamente
Esa herida,
Que me hiere y me mata
Que me deja sin respiración,
Quedo agónica y lentamente caigo en tu pozo,
Ese pozo de amargura y horror.

AYUDAME A SOBREVIVIR



Sufrimiento mío,
sufrimiento del viento
que llega de repente
a mi alma
a mi mente,
¿Me podrías dejar en paz?
Ese tornado
Lleno de ansiedad
Queriendo matarme,
Lentamente
Déjame vivir
Que me estoy muriendo,
Déjame respirar
Que me estoy ahogando,
Me asilo en tu cobija
Pero tu calor
Se hace frío
Y sin alguna ayuda
Caigo y me rindo,
Ayúdame me enfrío
Ayúdame me muero.













Yo me acuesto
acogiéndome a una hembra
que replica mudamente
combates de pasión y seducción
Sus brazos como yedra
se abalanzan
sus dedos acometen
en franca vibración
su lengua se embeleza
en mis pezones
e invita a su boca
erigirme en tornasol


La asalto entre las piernas
reposándole mi gres
sobre el Cielo Cristalino
que palpita al momento
de romper...


Morimos brevemente
en el Empíreo del Candor
para luego reencontranos
en las Estrellas del Furor.





Lucidez 

El arte delicado del vicio ocupa tus placeres
Y tu sabes despertar el calor de los deseos
a los que tu cuerpo pérfido y flexible se oculta
El aroma del lecho se mezcla con los perfumes de tu vestido
Tu claro encanto se parece al simpleza de la miel
Tu no amas más que lo falso y lo artificial
La música de las palabras y los murmullos débiles.
Tu beso se desvía y escurre sobre tus labios.
Tus ojos son inviernos pálidamente estrellados
Los duelos siguen tus pasos en desfile melancólico
Tu gesto es un reflejo, tu palabra una sombra.
Tu cuerpo ablandado bajo besos sin nombre.
Y tu alma marchitada, tu cuerpo usado.
Lánguido y lascivo, tu astuto roce obsesiona.
Descansa todo en mis manos, sobre mi corazón, sobre la belleza leal del abrazo
Te conduces como lo deseamos, debajo de tu dulzura fingida
Sentimos arrastrarse al reptil atento
Al fondo de la sombra, ella un mar sin arrecife,
Las tumbas son aún menos impuras que tu cama
Oh mujer! Yo lo sé bien, pero tengo sed de tu boca.



Soneto femenino 


Tu voz tiene la languidez de las liras lesbianas
La ansiedad de los cantos y las odas sáficas
Y tu sabes el secreto de músicas abrumadoras
O llora el suspiro de uniones antiguas.
Los aedas fervientes y los músicos
Te enseñaron la profundidad de las estrofas eróticas
Y la gravedad de los sucintos dísticos
Antes contemplaste las desnudeces paganas.
Tu pareces escuchar el eco de las armonías
muertas; azules de este azul de infinitas claridades
tus ojos tienen el reflejo del cielo de Mitilene.
Las flores han perfumado tus extrañas manos vacías;
De tu cuerpo sube como un ligero aliento
La blanca voluptuosidad de las vírgenes enamoradas. 






Pequeño poema erótico

Y yo lamento, y busco tu dulce beso
Que mujer sabría deleitarme y apaciguarme?
cual traería antiguas voluptuosidades
Sobre los labios sin maquillaje y semejantes?


Yo sé que tu mentías, tu risa sonaba cruel
Pero tu beso fue lento, estrecho y delicioso
Se retardaba, y ese beso alcanzaba el alma,
Porque tu eras a la ve la serpiente y la mujer.


Pero recuerda la forma en que te amaba...
Yo, acaso no soy nada para tu carne? Si jamás
Tañes mi nombre en el instante de mi defensa
Recuerda ese grito seguido de un gran silencio-


Ya no sé amar los bellos cantos ni las lirios
Y mi casa me parece una gran mausoleo
Yo que quisiera cantar, permanezco muda
Deseo y busco y sobretodo lamento. 


Desnudez 


La sombra arrojaba sobre ti efluvios de congoja
El silencio se tornó turbador y amoroso
Escuché un susurro de pétalos frotados
Lirio entre lirios, blanco, se me mostró tu cuerpo.
Sentí de pronto indignos mis toscos labios
Mi alma cumplió un sueño perturbado de posar
sobre tu encanto donde la luz se remoloneaba,
el tembloroso soplo de algún místico beso.
Desdeñando el universo que el deseo encadena
guardaste helada tu sonrisa inmortal:
la belleza persiste extraña y sobrehumana
Y demanda la distancia brillante del altar.
En torno a ti, esparcidos, sollozaban los nardos
tus senos se erguían, orgullosos de su pureza. 


La carne de las cosas 

Poseo entre mis dedos sutiles el sentido del mundo
pues mi tacto al igual que el sonido, penetra.
La armonía, el ensueño, el dolor profundo
estremecen largamente la yema de mis dedos.


Comprendo mejor las cosas bellas si las acaricio,
comparto sus vidas intensas en tanto las toco
Es entonces que yo sé que es lo que ellas poseen
Nobleza, dulzura afinidad del canto.


Puesto que mis dedos han distinguido la carne de la arcilla
La lisa carne de mármol los contornos femeninos
Que la mano que sabe modelar ha maltratado
Aquella de perla, aquella de terciopelo
Conocieron la vida íntima de las pieles,
Vellón cálido y soberbio donde hundo mis manos!
Han conocido el ardiente secreto de las cabelleras
Donde se deshojan millares de jazmines-


Y semejantes a aquellas que regresan de los viajes,
mis dedos han cruzado infinitos horizontes,
Ellos han alumbrado, mejor que mis ojos los rostros
Y me han profetizado las oscuras traiciones.


Ellos han conocido la piel sutil de la mujer,
Y sus crueles temblores, y sus perfumes ocultos...
Carne de las cosas! He creído a veces abrazar un alma
Con la prolongada caricia de mis dedos...
ardía en mi mirada el doloroso éxtasis
Que nos abraza en los umbrales de la divinidad. 


Oh, respiro  

Debajo de ese amado y celebrado seno,
Silente, realmente fastidiado jaspeado a ciegas,
Se aflige, quizás vive y deja
Vivir, pasa apuesta,
Algo moviéndose    pero invisiblemente,
Y con qué clamor   porqué refrenado
No puedo entender siquiera un murmullo.
(Ver el delgado vuelo de nueve cabellos negros
cuatro alrededor de uno cinco el otro pezón,
volando casi intolerablemente    en tu propio respiro).
Equívoco, pero lo que tenemos en común    debe estar allí,
lo que debamos poseer equivalentes,
algo con lo que quizás yo puedo regatear
y hacer una paz por separado  por debajo
dentro  si jamás con.