jueves, 28 de julio de 2011

Diversidad sexual árabe: la revolución pendiente

La comunidad LGBT, que participa como cualquier otro colectivo en las revoluciones sociales, ve una oportunidad en la ‘primavera árabe’. Pese a ello, el deseo homoerótico es castigado con prisión en buena parte de la región, cuando no con pena de muerte. Desde el Líbano, el país más tolerante pero no más permisivo, varias ONG luchan en nombre de toda la comunidad regional.

En medio del milagro de la Plaza Tahrir, se produjeron múltiples prodigios ensombrecidos por la grandeza del desafío social contra décadas de dictadura egipcia. Mujeres y hombres luchando mano a mano, cristianos y musulmanes, laicos e integristas, derechas e izquierdas… Pero sin duda uno de los fenómenos más desconocidos fue la inesperada alianza de homosexuales con los Hermanos Musulmanes. Cuentan que compartieron no sólo sueños revolucionarios sino el espacio físico de las tiendas de campaña que emergieron en Tahrir, toda una novedad para una organización integrista como la Hermandad. Y que la convivencia duró exactamente lo que duró la revolución.

“Después, los mismos homosexuales fueron atacados por los miembros más homófobos de los Hermanos Musulmanes, que rechazaron trabajar con ellos. No nos extrañó: en las agendas políticas siempre se oprime a los homosexuales de una forma u otra”, explica Anthony Rizk, miembro de Helem, la organización más visible y activa que defiende los derechos de la comunidad LGBT –Lesbiana, Gay, Bisexual y Transexual- en el Líbano.

Pese a ello, el hecho de que la comunidad LGBT de Egipto saliera a la luz con motivo de la insurrección social da esperanzas a los gays, bisexuales y transexuales de Oriente Próximo. En primer lugar porque vencieron un miedo múltiple: el miedo a la dictadura y a la represión de un Estado policial pero también a la estigmatización social tan común en la sociedad local.

Eso lleva a pensar que la primavera árabe sólo puede ser positiva para la comunidad más discriminada y castigada del territorio Mena –Middle East and North Africa, Oriente Próximo y Norte de Africa- que lucha desde años por tener visibilidad y por el mero derecho a existir. Gays, lesbianas, bisexuales y transexuales árabes hartos de que sus dirigentes nieguen su mera presencia, de que sus familiares les consideren una vergüenza y de que su comunidad les trate como a seres de segunda clase. “No se pueden anticipar cambios, pero las revoluciones favorecen la aparición de diferentes ideas, de diferentes partidos, del activismo de toda clase. Y eso sólo puede ser positivo. Es mejor que la estrategia del silencio”, razona Hiba Abbani, presidenta de Helem, la ONG más activa y visible de la región.

AIRES DE LIBERTAD

Los aires de libertad han dado energías al colectivo pese a la discriminación que padece, pese a los tabúes ancestrales que les siguen marcando y pese la debilidad de su posición. Un buen ejemplo es la última plataforma online de la comunidad LGBT árabe, Ahwaa, un foro de conversación donde sus miembros pueden compartir inquietudes y encontrar apoyo, comprensión y consejos basados en la experiencia. Cómo decírselo a la familia, cómo enfrentarse a compañeros de trabajo o clase homófobos, cómo explicar tu condición sexual a los amigos de siempre… ”Puede resultar muy difícil, o al menos para mí lo es, verte a ti mismo como un gay orgulloso y un musulmán observante. ¿Cómo os arregláis con eso?”, preguntaba un usuario. Es una pregunta tan frecuente en el colectivo como imposible de formular fuera del mismo.

Diálogo, información y aceptación son seguramente las cosas más anheladas entre la comunidad LGBT árabe. Los más privilegiados son, sin duda, los libaneses. En la sede de Helem, situada en el bello edificio de Zico, una residencia de artistas cerca del parque de Saadnayel, dos chicas se besuquean en una suerte de salón donde horas más tarde se proyectará la película Cisne Negro. Un par de habitaciones más allá, tres jóvenes trabajan ante sus ordenadores y responden llamadas telefónicas.

Se trata del corazón de esta ONG, una referencia en Oriente Próximo y el Norte de Africa. Seguramente, porque es la única legal de la región pese a que la homosexualidad –en concreto, “practicar actos contra natura”- es delito en el país del Cedro. El artículo 534 pena con hasta un año de cárcel dichas conductas, y es esgrimido por no pocos policías para detener a jóvenes los fines de semana. A veces les golpean y luego les dejan marchar, otras les arrestan. “Cada semana tenemos dos o tres detenciones, especialmente en Trípoli, sólo para que los policías se diviertan”, explica Charbel Maydaa, responsable de programas de Helem. Trípoli, segunda ciudad del Líbano y foco del extremismo religioso suní, es un lugar demasiado conservador para que los jóvenes puedan exhibir un comportamiento sexual diferente de forma abierta. “El bajo nivel educativo y la mala situación económica les deja aún más indefensos ante los abusos policiales. Si no sabes tus derechos, eres más vulnerable”.

Helem ha lanzado un programa, financiado por la Embajada de Noruega, para formar activistas en 28 localidades libanesas dedicados a asistir a la comunidad LGBT en educación –“hay quien nos llama preguntando si podemos hacerle un análisis de orina para saber si es gay”- y también para que conozcan sus derechos. “Los nacidos en Beirut son más tolerantes con la gente diferente. En las regiones las cosas no son tan fáciles. Necesitas el apoyo de tu familia, porque si tu familia te protege la comunidad te respeta. Pero pocas familias en las provincias van a defender a un hijo homosexual, y no por la religión, sino por la tradición cultural”, lamenta Maydaa. “No hay educación sexual en los colegios que cambie esa cultura”.

Y la cultura árabe puede llegar a plantear un peligro de muerte para sus ovejas negras. Los crímenes de honor que se ceban en las mujeres también afectan a gays, lesbianas y transexuales, a todos aquellos cuyo comportamiento socave el pretendido honor de la familia. “Desde 2004, hemos sacado a dos personas del país ante el peligro de muerte que afrontaban”, prosigue Charbel. “El último, hace tres meses, pudo recibir asilo en Bélgica tras sufrir varios intentos de asesinato a manos de su tío, un alto oficial de la Seguridad libanesa”. El agresor en cuestión era un intocable, pero aunque no hubiera sido parte de la maquinaria, la denuncia está fuera del alcance de gays y lesbianas. “No se puede acudir a denunciar una agresión a la Policía porque te arrestan”, continúa Hiba. “Especialmente en las zonas rurales, donde las tribus aplican sus venganzas de forma autónoma. Todo lo relacionado con las familias es tabú en el Líbano”. Lo que ocurre de puertas para adentro queda de puertas para adentro.

IRAK COMO EL PAÍS MÁS HOMOFÓBICO

El riesgo que confrontan los gays, lesbianas, bisexuales o transexuales no es sólo existencial. Sus vidas se convierten en una eterna carrera de obstáculos. “En el colegio hay bulling contra el chico afeminado o la chica masculina, y los profesores suelen ser homófobos, lo que anima a los agresores. Más tarde, resulta difícil que te contraten si tu aspecto no es el de un heterosexual. Y cuando lo hacen nos exponemos a que nos paguen menos salario, a que nos hagan trabajar más horas que el resto, cualquier cosa. Nos chantajean con despedirnos y con impedir que nos vuelvan a contratar”, prosigue Hiba.

Hiba y Anthony recuerdan en voz alta el último despido de un joven al que su empresa obligó a hacerse un análisis de sida. A Charbel Maydaa ya le sorprenden pocas cosas en Oriente Próximo. Trabajó durante cinco años con el programa de Desarrollo de Naciones Unidas estudiando la discriminación de los homosexuales en una investigación que le llevó a Egipto, Yemen, Irak, Túnez, Argelia… Cinco años en los que constatar lo difícil que sigue siendo defender la sexualidad del individuo cuando no se ciñe a la heterosexualidad en una sociedad tan arcaica y tribal como la árabe.

“El peor lugar es Irak, sin duda”, reflexiona Charbel, interrogado sobre el ranking de los peores lugares para nacer homosexual. “El segundo lugar es Yemen, y el tercero seguramente Egipto”. Eso, a pesar de que en Egipto no es exactamente ilegal. Sí lo es la conducta obscena, la práctica de perversiones y el exhibicionismo, y gracias a ello hay centenares de personas arrestadas por sus preferencias sexuales. En Yemen, está vigente la pena de muerte contra los gays y lesbianas, como ocurre en Arabia Saudí. Se aplica en pocos casos, pero sí es común en el reino wahabi que los homosexuales sean condenados a penas de cárcel y a recibir hasta 2.000 latigazos. En Palestina la presión social discrimina y empuja a los homosexuales hacia Israel, donde son a menudo obligados a convertirse en informantes a cambio de no desvelar su identidad sexual. En Emiratos Arabes, los detenidos pueden llegar a recibir hormonas masculinas para ‘ser curados’, y en Siria la represión social es total hacia la comunidad LGBT. La aceptación es inconcebible. Y en Irak, a la guerra civil le siguió una verdadera campaña de limpieza sexual donde unos 500 homosexuales fueron asesinados, a menudo a manos de la policía.

Los únicos sitios de la región donde la comunidad vive en relativa calma –muy relativa- son Jordania y Líbano, considerado el paraíso de los homosexuales árabes gracias al relativo aperturismo de sus locales para la comunidad LGBT y el eco que han tenido en la prensa internacional. Sus lugares más emblemáticos son bares como Wolf o Bardo, en pleno Hamra, como el Life Bar en el sector cristiano de Ashrafiyeh o Acid, la única discoteca gay del mundo árabe, que resiste abierta pese a las denuncias de vecinos que han llevado en más de una ocasión al cierre, eso sí temporal, de sus instalaciones.

“Creemos que es dañino que se presente Beirut con la falsa imagen de refugio de homosexuales”, insisten Anthony y Hiba. “Hay una buena situación para quienes tienen recursos económicos, especialmente para los gays, pero la discriminación es un hecho. Y además, todo aquel homosexual árabe que trata de refugiarse en el Líbano es tratado como cualquier otro refugiado, y por tanto suele terminar en prisión”. Fue el caso de Randa, la transexual argelina que relató su experiencia a Periodismo Humano.

Gracias a la labor de Helem, que tiene abogados asesorando al millar de simpatizantes en el Líbano, cada vez se ayuda más al refugiado que busca en el Líbano la aceptación de la que carece en su lugar de origen. Mucho han cambiado las cosas desde que Helem quedase legalizada casi por una casualidad, mediante un vacío legal que la convirtió en la primera ONG dedicada a la comunidad LGBT de Oriente Próximo. En 2004, los responsables de Himaya Lubnaniya lil Mithliyin, o Protección Libanesa para los Homosexuales, enviaron al Ministerio del Interior su documentación para que la ONG fuera registrada. Y no recibieron respuesta, ni positiva ni negativa. “Según la legislación, el hecho de que hayamos pagado y recibido un recibo del registro implica, ante un tribunal, una prueba de que el Estado nos reconoce”, explicaba hace cuatro años el entonces presidente de Helem, Georges Azzi.

LA MIRADA MÉDICA

Desde aquel silencio administrativo ha transcurrido un mundo. Otras asociaciones como Meem -para lesbianas, bisexuales y transexuales- han aparecido y se han asentado con publicaciones como Bekhsoos, una revista semanal hecha por y para el colectivo. Ahora, Helem trabaja en colaboración con el Ministerio del Interior y también con el de Salud, con quien se ha elaborado el estudio “Homofobia en los servicios clínicos del Líbano”, el primer informe sobre cómo tratan los médicos cualquier comportamiento sexual que no sea hétero.

Los resultados son descorazonadores. La muestra incluye a 72 médicos –tanto obstetras y ginecólogos como expertos en Medicina Interna-, en su mayoría varones y casados: el 60% define la homosexualidad como una enfermedad que necesita atención médica, y un 72,9% considera que requiere atención psicológica. El 27,9% admite tener conocidos homosexuales, y de ellos el 63,2% considera que la homosexualidad es una opción personal. Para el 72,1%, que no cree conocer a homosexuales, se trata de una enfermedad mental o física. Sólo el 6,9% de los consultados ha sido recibido formación específica para atender a la comunidad LGBT.

Eso son los médicos libaneses, profesionales formados en Europa y Estados Unidos. Es de temer que en el resto de la región, la elite sea un mero reflejo de una sociedad homófoba e intolerante con cualquier comportamiento que se salga de lo tradicionalmente aceptado. Eso, a pesar de la tradición homosexual que rodea la Historia árabe, con poetas gays tan famosos como Abu Nuwas –uno de los grandes clásicos árabes, del siglo VIII- a quienes se dedican avenidas en toda la región, o el cantante Tuwais. Y de la doble moral: la segregación sexual impuesta por la interpretación del Islam deriva en efusividades entre chicos y entre chicas chocantes para los occidentales. Los jóvenes del mismo sexo habitualmente van de la mano y se saludan besándose en las mejillas, se acarician y se abrazan, algo completamente aceptado.

“El problema no es tener sexo homosexual, sino mantener una relación sentimental siendo homosexual”, explica Abdi, pseudónimo de un musulmán libanés que convive con su pareja en Beirut. Una vez más, lo que ocurre de puertas para adentro queda entre las cuatro paredes. De ahí que muchos homosexuales árabes opten por sobrevivir integrándose en la hipocresía local. “Muchas lesbianas se casan con gays para mantener las apariencias y proseguir con sus relaciones al margen de las miradas”, admite Hiba. Es lo más fácil: lo contrario supone vivir en constante desafío para defender el mero derecho a existir.

En el caso de las lesbianas, se consideran el estamento discriminado de la comunidad LGBT. “Ser lesbiana te desacredita incluso ante otras mujeres. Acumulamos todos los estigmas de la mujer, que ya en la sociedad árabe desempeña un papel secundario”, suspira la presidenta de Helem, quien sin embargo ha optado por luchar para cambiar las cosas. Y como ellas, otras muchas lo hacen. La suya no sólo es la revolución pendiente, también es la revolución inabarcable.

Las «blogueras lesbianas» que resultaron ser ellos

Leo una típica historia del funcionamiento del lobby homosexualista en La Vanguardia:

Uno de los símbolos de la oposición siria, la bloguera lesbiana Amina Abdallah Araf al Omari, autora del famoso blog A gay girl in Damascus, ha resultado ser una farsa. Tras una semana de especulaciones sobre su existencia, el misterio se ha solucionado: Amina es en realidad un tal Tom MacMaster, un hombre estadounidense que escribe, según él, desde Estambul.

Pero, ¿Quién era Amina? Durante 106 días se suponía que era una joven de 35 años que hablaba sobre su vida como lesbiana en una ciudad como Damasco. A gay girl in Damascus se convirtió en un blog donde esta mujer, que decía tener doble nacionalidad siria y estadounidense, escribía de forma apasionada sobre su sexualidad y su activismo político en una Siria inmersa en un proceso revolucionario.

Pero más interesante aún es la secuela que cuenta Jorge Soley:

Pero la cosa no acaba aquí. Pocos días después de la salida del armario de MacMaster, saltaba la noticia de que Paula Brooks, la editora de la página web «Lez Get Real» en la que se alojaba el blog de la chica gay de Damasco, una web que se presenta como de lesbianas y para lesbianas, es en realidad Bill Graber, un obrero prejubilado de 58 años residente en Ohio. En declaraciones al Washington Post Graber explicó que había adoptado la personalidad de su esposa (también heterosexual) para conseguir así un mayor impacto para sus ideas.

Y termina con una sugerente referencia a la novela de Chesterton «El hombre que fue Jueves», en la que todos los dirigentes de un grupo anarquista eran en realidad policías, servidores de la ley, infiltrados en la organización y desconocedores de que sus colegas también eran policías infiltrados.

Más recursos contra la violencia para el colectivo gay

El colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (LGTB) vuelve a reivindicar más recursos contra la violencia a la Administración. La muerte del joven abatido a tiros el pasado martes por su ex novio en un gimnasio de Madrid, ha hecho que éste colectivo reclame al Gobierno la posibilidad de ofertar recursos a las víctimas homosexuales que no tengan apoyo familiar o económico como por ejemplo, centros donde acudir si se encuentran en peligro.

"Llevamos mucho tiempo pidiendo a los servicios públicos herramientas para ayudar a parejas homosexuales que viven situaciones de violencia y no tienen recursos para afrontarlas", explica el presidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), Toni Poveda en declaraciones recogidas por el diario Público.

La Confederación Española LGTB Colegas, también considera que las parejas homosexuales necesitan más protección, por ello, propone la reforma de Ley Integral contra la Violencia de Género pidiendo que se incluya en ella a las parejas homosexuales porque éstas "reproducen los mismos esquemas y roles que las heterosexuales", defendió ayer el presidente de la asociación, Rafael Salazar en declaraciones Europa Press.

Sin embargo, según Poveda, la reforma de la Ley Integral contra la Violencia de Género "no tiene ningún sentido", ya que la ley “surge ante una alarma social y no sólo trata situaciones de violencia, sino que abunda en la prevención y en la educación en igualdad”.

Por otro lado, el Ministerio de Política Territorial y Administración Pública y los sindicatos CCOO, UGT y CSIF firmaron ayer un protocolo de actuación frente al acoso sexual y por razón de sexo en la Administración General del Estado. Según el Ministerio, el objetivo del plan es "garantizar a los empleados públicos un entorno de trabajo donde se respete su dignidad". Para ello, se pondrán en marcha acciones formativas y se creará la figura de la Asesoría Confidencial para atender a las víctimas.

Objetan en California educación sobre aporte de homosexuales

Notimex -Por lo menos dos organizaciones comenzaron a reunir hoy firmas para oponerse a que las escuelas públicas de California estudien las aportaciones de homosexuales, lesbianas y transexuales.

Los institutos de Justicia del Pacífico y de Recursos de la Capital (del estado) intentarán reunir poco más de medio millón de firmas para mediados de diciembre, como requisito para llevar su propuesta a consulta en 2012, informó la Secretaría de Estado de California.

La campaña está dirigida contra una ley que el gobernador Jerry Brown firmó hace dos semanas para que la educación pública estudie aportaciones de personas con discapacidades, miembros de distintas culturas, homosexuales, lesbianas y transexuales.

El autor de la ley, el senador Mark Leno, quien se reconoce como homosexual, destacó las aportaciones de esos grupos a los derechos civiles y a la sociedad estadunidense.

Sin embargo los grupos opositores, ambos autodenominados defensores de la familia, se enfocan exclusivamente en la educación sobre las aportaciones de homosexuales, lesbianas y transexuales.

Brad Dacus, el presidente del Instituto de Justicia del Pacífico, dice en la propuesta de referendo que "los californianos son extremadamente tolerantes pero tienen que tener un límite cuando se trata de revisar la historia de una manera que favorezca a intereses especiales".

Es la segunda iniciativa polémica que la Secretaría de Estado estatal autoriza esta semana para reunir firmas de electores empadronados para buscar referendo.

Los promotores del consumo legal de la marihuana en California también reúnen poco más de medio millón de firmas para incluir en las boletas electorales de 2012 una nueva propuesta que permita el consumo, distribución y venta de la hierba.

“La discriminaban mucho por lesbiana”

Ayer tuvo lugar la primera audiencia del juicio oral y público contra el albañil Daniel Torres, el único imputado por el homicidio de Natalia “Pepa” Gaitán (27), ocurrido el 7 de marzo de 2010. Varias entidades que militan por los derechos cívicos de gays y lesbianas acompañaron el inicio del proceso judicial agolpados en la puerta de Tribunales II.

La madre de la víctima, Graciela Vázquez, fue la primera en declarar ante los jueces de la Cámara Séptima del Crimen: Carlos Ruiz, Ricardo Irirarte y Víctor Vélez. Durante su testimonio, la mujer remarcó que a su hija “la discriminaban mucho por ser lesbiana”; y contó que Natalia era una chica solidaria. En su tarea social, Natalia había ayudado a muchos vecinos de barrio Liceo III Sección; incluso a Daniel Torres –el hombre que iba a dispararle un escopetazo en el pecho– le había conseguido trabajo.

Durante su relato, la mamá de Natalia miró a Torres, quien estaba sentado en el banquillo de los acusados, y dijo en voz alta: “Le pregunto a ese caradura qué no hizo mi hija por él”.

Caso Natalia Gaitán. La madre de la víctima y una amiga que presenció el asesinato declararon ayer, en la primera jornada de un juicio.

Luego fue llamada a declarar Gabriela Cepeda, la mejor amiga de la víctima, quien presenció cómo Torres le disparaba con una escopeta a Gaitán y contó cómo ocurrieron los hechos.

La hijastra de Torres tenía 16 años cuando se enamoró de Natalia y se fue a vivir con ella. El albañil se oponía a la relación. El 6 de marzo, a la tarde, Gabriela Cepeda fue a la casa del albañil para intentar mediar, pero se desencadenó una pelea entre ella y Silvia, la esposa de Torres.

Pepa fue a ver qué ocurría porque su amiga se tardaba, y al llegar comenzó a discutir también ella con la muer. El padrastro de su novia –que no había participado en la discusión– entró en la casa, buscó el arma y le disparó desde corta distancia en el hombro izquierdo. Natalia falleció finalmente en la primeras horas del 7 de marzo.

Hoy se espera que declare una joven –que según la versión de la esposa de Torres habría sido novia de “Pepa”–. Además. podrían prestar declaración otros cinco testigos presenciales.

miércoles, 27 de julio de 2011

Objetan en California educación sobre aporte de homosexuales.


Notimex -Por lo menos dos organizacion

es comenzaron a reunir hoy firmas para oponerse a que las escuelas públicas de


California estudien las aportaciones de homosexuales, l

esbianas y transexuales.

Los institutos de Justicia del Pacífico y de Recursos de la Capital (del estado) intentarán reunir poco más de medio millón de firmas para mediados de diciembre, como requisito para llevar su propuesta a consulta en 2012, informó la Secretaría de Estado de California.

La campaña está dirigida contra una ley que el gobernador Jerry Brown firmó hace dos semanas para que la educación pública estudie aportaciones de personas con discapacidades, miembros de distintas culturas, homosexuales, lesbianas y transexuales.

El autor de la ley, el senador Mark Leno, quien se reconoce como homosexual, destacó las aportaciones de esos grupos a los derechos civiles y a la sociedad estadunidense.

Sin embargo los grupos opositores, ambos autodenominados defensores de la familia, se enfocan exclusivamente en la educación sobre las aportaciones de homosexuales, lesbianas y transexuales.

Brad Dacus, el presidente del Instituto de Justicia del Pacífico, dice en la propuesta de referendo que "los californianos son extremadamente tolerantes pero tienen que tener un límite cuando se trata de revisar la historia de una manera que favorezca a intereses especiales".

Es la segunda iniciativa polémica que la Secretaría de Estado estatal autoriza esta semana para reunir firmas de electores empadronados para buscar referendo.

Los promotores del consumo legal de la marihuana en California también reúnen poco más de medio millón de firmas para incluir en las boletas electorales de 2012 una nueva propuesta que permita el consumo, distribución y venta de la hierba.

martes, 26 de julio de 2011

La exclusión de tratamiento de fertilidad suma otra denuncia

Andrea Muñiz ha puesto su caso en manos del defensor del paciente

Silvia García y Mané Fernández, el pasado 3 de mayo. J.v. Silvia García y Mané Fernández, el pasado 3 de mayo. J.v.

27/07/2011 00:00 /

La polémica sigue aumentando. Este lunes, la Asociación el Defensor del Paciente remitía a la fiscalía nuevos datos sobre la negación de tratamientos de fertilidad a mujeres lesbianas. La afectada no es del todo desconocida, ya que se trata de Andrea Muñiz, una de las primeras mujeres en denunciar el presunto caso de discriminación por parte del inspector de Mieres, Jaime Sánchez Bello, que se negó “de un día para otro” a sellar sus recetas.

Hasta ahora, Andrea no había llevado su caso ante el defensor del paciente, como lo hizo Silvia García, dado que, por cuestiones de trabajo, está expuesta al público y “no tenía ganas de interrogatorios”, explica. Sin embargo, ha decidido unir su voz y su rostro a la investigación “por solidaridad con el resto de mujeres que están en una situación similar”.

Andrea Muñiz, de 36 años, lleva desde que tenía 26 intentando ser madre. Lo intentó en un principio por la vía privada hasta que en 2009 supo a través de la televisión que había casos de lesbianas que recibían el tratamiento a través de la sanidad pública.

Asegura que no tuvo ningún problema y que disfrutó de la prestación durante meses, hasta que en octubre de 2010 el inspector de Mieres se niega a sellarle una receta. En esta ocasión decidió costearse ella misma el medicamento que le faltaba.

Es el pasado mes de abril cuando acusa a dicho inspector de “discriminación, que es lo que yo veo en este asunto”. Al no obtener más que explicación que un “la orden viene de Oviedo”, decidió emprender acciones por su cuenta y consiguió reunirse con Amalio Alonso Diaz, jefe del servicio de inspección de prestaciones y servicios sanitarios. Tampoco en este caso obtuvo el motivo por el que se le retiraba esta prestación que ya había estado recibiendo.

Los adolescentes gays, lesbianas y bisexuales, en alto riesgo de convertirse en “sin techo”

Un estudio realizado en Massachusetts (Estados Unidos) revela que los adolescentes gays y lesbianas, y en una menor medida los bisexuales, presentan un riesgo mucho mayor que el de sus coetáneos heterosexuales de convertirse en un “sin techo”. Uno de cada cuatro adolescentes gays y lesbianas acaba viviendo en la calle, frente a un 15% de los bisexuales y un 3% de los heterosexuales.

El estudio, desarrollado por el Children’s Hospital de Boston (hospital pediátrico vinculado a la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard), ha analizado los resultados de una encuesta realizada entre 2005 y 2007 a más de 6.000 adolescentes, que preguntaba por múltiples aspectos. “Quizá su situación vital es tan difícil que deciden abandonar su casa, o puede ser que después de salir del armario sus padres les expulsen”, son las hipótesis que maneja Heather Corliss, autora principal del estudio, para explicar el elevado porcentaje de adolescentes LGB sin hogar que arroja el estudio, “mucho más alto de lo esperado”. Globalmente, menos de 5% de los adolescentes se identificaron a sí mismos como LGB, pero constituían el 19% de los adolescentes sin hogar.

Se da la circunstancia de que Massachusetts, un estado rico y de tradición liberal, es uno de los lugares de Estados Unidos en los que la aceptación social de la homosexualidad es mayor (fue el primer estado en el que fue posible que las parejas del mismo sexo contrajeran matrimonio, por ejemplo) por lo que los propios autores del estudio temen que la situación en otros lugares del país podría ser mucho peor.