domingo, 13 de junio de 2010

Día del extremismo gay

“Antes rojos que gays” titulaba ayer su artículo en este periódico Ignacio Ruiz Quintano, en un perfecto resumen de la causa del veto a los gays israelíes en la marcha del Día del Orgullo Gay de Madrid. En otras palabras, los derechos de los gays quedan supeditados al extremismo de izquierdas.

Maniestantes en el Dia del Orgullo Gay, ayer, en Tel Aviv

No se conoce que hayan sido vetados los gays de países árabes represores de los derechos gays, cosa que por otra parte sería imposible puesto que me temo que ninguno va a desfilar en Madrid, no vaya a ser que los encarcelen a su regreso a sus países de origen. Tampoco se conoce que se haya vetado a nadie por no haber condenado el terrorismo palestino. O por no haber condenado a Hamás.

A pesar de que los gays españoles tienen ahí un filón para su defensa de los derechos humanos. No sólo en la condena al terrorismo sino en la condena a la represión de los gays en los territorios palestinos, asunto que muy pocos han documentado, con excepciones como la de James Kirchick, más que nada porque la mayor parte de las organizaciones de gays y lesbianas del mundo se sitúan en el ámbito de la izquierda y sacrifican la defensa de sus propios derechos a los de la causa izquierdista.

Esto no es nuevo pero la corrección política dominante ha impedido su desenmascaramiento. Organizaciones de defensa de colectivos discriminados en el pasado o incluso ahora, como las de gays y lesbianas, las de mujeres, las de negros, tan intolerantes o racistas, o sexistas o extremistas como las sociedades que denuncian.

Y exactamente igual de nauseabundas en su justificación de la intolerancia. No hay más que ver las declaraciones de los organizadores de la marcha de Madrid. Se han vetado ellos, dicen de los gays israelíes, no los hemos vetado nosotros. Típico lenguaje de represor.

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