domingo, 13 de junio de 2010

Te echo gasolina y te harás un hombre´

´Te echo gasolina y te harás un hombre´
´Te echo gasolina y te harás un hombre´

LILI QUINTANA DÍAZ.
Han desnudado sus vidas sin rencor. Han vaciado sus cabezas de malos recuerdos. Han dejado atrás el dolor sin secuelas. Aunque hoy en día hay frases que alteran sus sueños. "Te vamos a rociar la cabeza con gasolina a ver si te haces un hombre. Maricón de mierda, eres un enfermo mental. Tú no eres ni hombre ni mujer, eres una escoria". "Otros morían por mariquitas, pero a mí no me dejaban ni respirar ni vivir", reviven dos gays y un transexual en Gran Canaria, tras concederles el Estado indemni- zaciones que van desde los 4.000 a los 8.000 euros, por ser encarcelados durante la dictadura franquista por su condición sexual.

"Ya era hora de que el Gobierno reconociera las aberraciones de Franco. Y que dejaran de pisotear nuestra identidad sexual. No basta con unos pocos euros, esta sentencia plasma las vejaciones y las represiones. Estamos satisfechos porque se ha hecho justicia", dijeron, llenos de emoción, José Juan R. H. (la Gwendo), Laisa (Fernando) García Salas y Félix Cabrera (Félix de Granada), los tres represaliados en Canarias que han contado con el asesoramiento del Colectivo Gamá.

José Juan R. H., más conocido como la Gwendo, desea permanecer en el anonimato. Tiene 57 años y vivió en Tenoya con sus padres y sus cuatro hermanos. Hasta hace unos meses trabajaba como administrativo, hasta que se prejubiló. El profundo amor a su madre le impide mostrar su rostro; sin embargo, su familia conocía desde pequeño su condición sexual. "Mi madre nunca me reprochó nada. Para mi padre tener un hijo mariquita era una vergüenza".

A LA MODELO. Tenía 18 años cuando lo detuvieron en Barcelona. Fue enviado nueve meses a la cárcel Modelo por la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social, previamente llamada Ley de Vagos y Maleantes. Fue pillado más de una docena de veces pero nunca le multaron con las 12.000 de las antiguas pesetas. "Los homosexuales eran peligrosos y había que rehabilitarlos. Te decían: te echo gasolina y te harás un hombre. Nos metían en celdas con violadores y pederastas. Les cogí manía a los bocadillos de mortadela con aceitunas, porque era lo único que comíamos por la mañana y por la noche".

Después vino el destierro y durante dos años no pudo volver a Gran Canaria. Juan José R. H. ha sido nadador federado, submarinista y trabajador en una plataforma petrolífera, al margen de llevar una vida loca como la Gwendo. Mira el futuro con la cabeza alta y se gastará "los 8.000 euros en viajes".

DIGNIDAD. Mención aparte merece el caso de Laisa (Fernando) García Salas, una melillense de 58 años que vino al mundo siendo varón pero siempre se ha sentido una mujer atrapada en un cuerpo de hombre. A ella nunca le gustaron los juegos masculinos, pero se sentía cómoda con los femeninos. "Jugaba con las muñecas, las pinturas, los vestidos y los tacones de mis hermanas". Con el apoyo de su madre -su padre murió joven- y sus siete hermanos pudo sobrellevar las humillaciones. Laisa fue una de las mujeres transexuales que fueron encarceladas no siendo reconocidas como tales, sino como hombres homosexuales. Tenía 15 años cuando la policía la detuvo en Melilla por ir por la calle de mano con un amigo. Durante 130 días sufrió en sus carnes la homofobia bajo un régimen totalitario. "Hemos recibido palos hasta en el carné de identidad, abusos sin sentido y falta de respeto por ser nosotros mismos. Nos han tratado como apestados y enfermos mentales".

Hoy Laisa se siente tranquila porque la sociedad ha cambiado. Sólo espera ordenar sus prioridades con los 4.000 euros que le ha ingresado el Gobierno.

INDIGNACIÓN. El incombustible Félix Cabrera Canino, más conocido como Félix de Granada, fue detenido en Córdoba y no recuerda las veces que entró y salió de la comisaría. Pasó un año en prisión por homosexual en aplicación de la Ley de Vagos y Maleantes. "Fue horrible. Te insultaban por la calle: ¡Fuera de aquí, maricón de mierda! Te gritaban: ¡Fuego, mariquita! Ahora quieren limpiar la imagen, pero que me lo digan a mí. Allí metían a todos los que cogían por vagos y maleantes. Lo que he vivido no se olvida, porque tengo que perdonar a los que me maltrataron y humillaron", exclama lleno de indignación.

Hasta ahora a los encarcelados por ser gays no les habían prestado atención, incluso hace pocos años que existían en las comisarías las fichas de "maricones". "Me alegro de que se repudien la aberración y el odio. Esta indemnización es una vergüenza por no tacharla de ridícula", explota.

Ahora a sus 79 años Félix de Granada sigue en la brecha con la obra El cabaré del Capitán Varela, pero aún espera los 6.000 euros en su cuenta corriente.

En este sentido, Silvia Márquez Rodríguez, psicóloga y educadora del Colectivo Gamá de Lesbianas, Gays,Transexuales y Bisexuales de Gran Canaria, considera que es "un día histórico" para el colectivo porque se reconocen indemnizaciones a ex presos sociales de la época franquista. Aunque ahora espera que se alcance la "despatologización de la transexualidad" como un primer paso para el pleno reconocimiento de los derechos humanos de las personas trans.

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